La inteligencia artificial ha llegado para quedarse en nuestras vidas. Desde que empieza nuestro día, podemos pedir que se encienda la cafetera, nos pongan una canción o nos recuerden la lista de la compra sin tener que realizar ningún tipo de esfuerzo por nuestra parte.
Y es que, la tecnología pone a nuestro alcance herramientas que nos hacen la vida cotidiana un poquito más fácil.
Lo mismo ocurre en el mundo empresarial. Gracias a herramientas como los chatbots algunas de las tareas más pesadas y repetitivas dentro de la atención al cliente, han mejorado de forma muy considerable.
Seguro que ahora mismo tienes la imagen de muchos sitios web que utilizan este tipo de soporte inmediato para ayudar a sus clientes. Pero, qué es realmente un chatbot y cómo funciona.
Venga, vamos a verlo. 🙂
Qué es un chatbot
Un chatbot es un software o herramienta capaz de simular una conversación con una persona a partir de respuestas predefinidas.
Aúna la inmediatez conversacional de un chat con la inteligencia artificial de un robot.
Para qué sirve un chatbot
Este tipo de robots están diseñados para responder de forma inmediata por chat a los usuarios que solicitan su ayuda en una web. Están configurados de tal forma que identifican y responden las dudas o preguntas más habituales que surgen a los clientes de un negocio.
Dime, te suena familiar el tener que responder una y otra vez a las mismas preguntas. ¿Cuánto tiempo pierdes en tu negocio haciendo esta tarea tan repetitiva? ¿Lo has pensado alguna vez?
Pues de eso se encarga exactamente un chatbot.
En definitiva, esta es una nueva forma de entender la atención al cliente que ahorra mucho tiempo (tanto al empresario como al cliente) y, por supuesto, también dinero.
Principales características
No es un humano, es un robot
Antes de nada, hay que tener muy claro que un bot no es una persona. Esta herramienta está concebida para “aliviar” la carga de atención al cliente con respuestas a las preguntas más comunes.
Por eso siempre hay que ser honestos e identificar que al otro lado hay un bot y no un humano. De hecho, hay personas que prefieren hablar con un bot antes que establecer una conversación con alguien de carne y hueso.
¿Por qué?
Porque ante preguntas sencillas, como pueden ser solicitar algún tipo de información básica, donde un humano no va a aportar un valor determinante en la respuesta, el usuario prefiere la inmediatez al trato humano.
Además, cabe destacar que determinados grupos de la sociedad, como los Millenials y la Generación Z, les resulta intrusivo e incómodo hablar por teléfono. Son generaciones digitales y hay que adaptarse a sus canales de comunicación.
Respuesta al momento
Tan solo unas milésimas de segundo después de que el usuario formule su pregunta por escrito en el chat, el bot es capaz de identificar de qué se trata y lanzar una respuesta casi al instante.
Da igual la hora, el momento o el lugar, un chatbot trabaja sin descanso para ofrecer a los usuarios una respuesta a sus preguntas.
Múltiples conversaciones a la vez
Hablan por ti
Cuando escuchamos la palabra bot o robot, podemos pensar en algo impersonal y frío, pero nada más lejos de la realidad. A un bot tú le dotas de tu personalidad. Es decir, puedes hacer tu bot a la imagen y semejanza de tu marca.
Tu identidad verbal y la forma de comunicarte con tu audiencia tienen que estar presentes en cada conversación que entabla tu bot.
Él habla por ti, no lo olvides.
Fáciles de entender
Un chatbot es como un contenedor vacío que tú te encargas de dotar de conocimiento. Es por esto que hay que ponerse en el lugar de los clientes y pensar cuál es la mejor forma de dar la respuesta. Una comunicación clara y sencilla es imprescindible para que todo el mundo nos pueda entender.
Por qué un chatbot puede ser una buena opción para ti
Solo te digo una cosa antes de continuar: un cliente sin responder es una venta perdida.
¿Realmente necesitas tener un equipo humano realizando tareas que se pueden automatizar? ¿No crees que podrías invertir el tiempo de trabajo de esas personas en algo más importante para tu negocio?
Y qué pasa cuando estás al frente de tu negocio y tienes que convertirte en todo a la vez. A qué le robas tiempo para responder esos emails de consultas repetitivas sobre el mismo tema. A tu jornada laboral que no acaba nunca. A tu tiempo personal que cada vez es menor. A tu familia. A tus amigos.
Cómo sufre tu reputación como marca cuando es imposible llegar a todo y esa pregunta de un cliente potencial se queda sin responder.
Después de todo esto, ¿sigues pensando que un chatbot no es para ti?
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